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miércoles, 25 de agosto de 2010

9o. FESTIVAL BLOGSSWINGERS

Pues bien, es muy grato para mi participar de nuevo en este festival, debo confesar que me entristece que sea el penúltimo, sin embargo aún tengo la esperanza de que Ivancito se arrepienta y continúe con esta experiencia tan enriquecedora. en fin...
Es aún más grato contar en mi espacio con la presencia de Diana, con este relato tan bello, ojalá les guste tanto como a mi.
Los invito a leerme en el blog Dreams, stars and coffe que me ha recibido tan cordialmente.
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Gracias a Carlanoche por permitirme estar en su blog… un honor para mí…

Mi cómplice, la luna..

Eran medianoche, estábamos en la playa,
tu y yo caminábamos en la arena con los pies descalzos,
platicábamos de lo que nos había pasado en el transcurso del día,
mirando esa luna redonda y brillante,
me dispuse a fijar mi atención en alguien que ya estaba en mi corazón,
que había llegado en el momento menos oportuno y que ya no quería que se fuera de mi lado.

Pero ese día estaba contigo platicando, no me podía acercar a él,
El estaba con otra chica, platicando alegremente,
Te diste cuenta que yo me estaba fijando en él y agachaste tu cabeza,
Me preguntaste: ¿Te gusta verdad?
Quise no responder pero quería serte sincera, a lo que respondí: si...

Ya somos dos…
Lo mire asustada y pregunté: ¿También te gusta? Asombrada...
-No, el no, ella...
-Mientras tú te fijas en el, yo me fijo en ella, creo que estaría bien que estuviéramos ahí con ellos, bueno tu con él y yo con ella.
Con un suspiro de alivio, asenti con la cabeza y me enfoque a ver esa luna inmensa que nos alumbraba la noche.

Seguimos nuestro camino, viendo como se dibujaban nuestras huellas en la arena, cuando nos topamos con ellos, los dos nos pusimos nerviosos y el que era dueño de mi corazón hablo:

“Hola”-mirándome a los ojos me dijo:- ¿Caminamos un poco?, dije que sí, mi acompañante se fue con ella, nos volteamos a ver y sonreímos...

Mientras platicaba contigo, miraba a la que estaba presenciando todo esa noche, la hermosa luna.
Nos sentamos, platicamos y me recargue en tus piernas, me empezaste a acariciar el cabello y me dijiste:
Qué bonitos ojos tienes...

Yo poco a poco fui cerrando los ojos, sentía tu respiración cerca y sentía que estabas a punto de darme ese beso tan anhelado por mí...

Pero las voces echaron a perder el momento, me levante y sonreí a mi cómplice, a la que sabía que quería estar contigo y me lo concedió.

Desde ese momento jamás te has ido de mis pensamientos, aunque ya no estés físicamente conmigo, nuestros corazones siempre estarán unidos.

El corazón de mi acompañante tampoco se quedo con el de ella, el se fue vagando sin rumbo, en busca de un verdadero amor.