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martes, 23 de marzo de 2010

Rompiendo la línea

Queridos y apapachadores lectores y amigos, espero no decepcionarlos, pero en esta ocasión romperé la línes del blog. Se que ya están acostumbrados a textos cachondos y cargados de pasión o fantasía, pero ahora me gustaría compartir un poco más de esta PSICOLOCA como me dicen mis amigos.
Resulta que me encuentro muy contenta, en este momento de mi vida me siento plena en todos los sentidos, como mujer, como madre, como amiga y como psicóloga. Así que hoy les contaré de algo que sucedió en mi trabajo y que me ha puesto muy felíz. La semana pasada (no pude escribirlo antes) y con motivo del mes de marzo, que aca en México esta dedicado a la familia, en el colegio en el cual trabajo comenzaron una serie de actividades enfocadas a la convivencia enytre padres e hijos y para abrir las actividades los jefes me pidieron dar un taller a los padres sobre la import5ancia de involucrarse realmente con sus hijos. Desde mi punto de vista el involucrarse con los hijos va mucho más allá de ir al colegio y compartir una actividad con ellos, por lo que me di a la tarea de preparar un taller en el que, en primera instancia los padres tuvieran la labor y oportunidad de conectarse con ese niño que algún día fueron y que con los años se ha quedado dormido en lo más recóndito de sus recuerdos. No se imaginan lo bello que resultó! de verdad fue lindo, ver a tantos adultos que llegaron con cara de "Y ahora que rollo nos van a echar" como poco a poco iban transformando su rostro a medida que los recuerdos los iban rescatando, si, porque así fue, LOS RECUERDOS NOS FUERON RESCATANDO, a todos, incluida yo, fue un paseo maravilloso por los juegos de la infancia, el stop, las coleadas, burro atamalado, policías y ladrones, tochito, las trepadas en los árboles, las carreras, avión, resorte, hoyos, ufff tantos y tantos juegos, después recordar a los amigos de la infancia, las risas, los retos, wow! de verdad me hubiera encantado grabar sus caras de emoción cuando compartían sus recuerdos con los demás, fue como estar entre amigos de la infancia de nuevo, recoerdar las canciones que cantabamos, los dulces que devorabamos, el tiempo que pasabamos en la calle jugando y corriendo sin parar, tocando timbres, que se yo, simplemente viviendo...
Una vez que los padres estaban totalmente conectados con su propia niñez, el siguiente paso en mi taller fue un trabajo de reflexión con el niño interior, un trabajo en el que cada uno fue rescatando y sanando a su propio niñito. Fue conmovedor ver a aquellos adultos que entraron renuentes, convertidos en unos pequeñitos llorosos y frágiles abrazándose a si mismos totalmente inmersos en sus recuerdos. Una vez que estuvieron totalmente sensibilizados, realice lo que perseguía, que era cuestionarlos sobre qué tanto se involucran en realidad con sus propios hijos, con lo que más aman en la vida, hasta donde estan realmente comprometidos como padres y qué es lo que les falta trabajar, para finalizar con el tiro de gracia a la conciencia: ¿qué pasaría contigo si de pronto no tuvieras a tu hijo? ¿Cómo sería la vida sin él? para cuando los padree abrieron los ojos ya estaban sus pequeños frente a ellos y obviamente fue un cierre sumamente emotivo.
Los resultados posteriores al taller han sido realmente buenos, las actividades en equipo del colegio con la familia han contionuado y la respuesta de los padres ha sido muy buena, están participando muy activamente con sus hijos y a los niños se les ve contentos. Obviamente no faltan los que de plano están completamente ausentes de la vida de sus hijos y porsupuesto ni al taller acudieron, sin embargo, me siento contenta con lo logrado. Contenta, jamás satisfecha porque si algún día me siento satisfecha dejaría de luchar y no pretendo hacerlo, no es algo que esté en mis planes. Por lo pronto creo que fue una semilla muy buena y quería compartirla con personas tan sensibles como todos ustedes. Besitos. Y les debo la sensualidad para la próxima.

lunes, 15 de marzo de 2010

Tu voz...


Luz de mar
y juegos de sal
fundidos con el cielo
en susurros de vida
Caricia de arena
incrustada en piel
se desliza por mis venas
y en mi boca muere...